Hoy hablamos sobre cómo abrir el primer chakra (muladhara). Pondremos en práctica diversas técnicas de meditación, teniendo en cuenta la importancia de las piernas y los pies en éste, así como las afecciones. Cuando el primer chakra (muladhara) no funciona bien, pueden aparecer problemas físicos, como en cada uno de los chakras, que tienen relación con alguna parte específica del cuerpo humano.
Las afecciones que tienen que ver con el primer chakra son: la obesidad, hemorroides, estreñimiento, nervio ciático, artritis, anorexia nerviosa, o lesiones de rodilla. Se puede deber a un mal manejo de la energía, por eso podremos hacer algo de «gimnasia de chakras». El centro de el primer chakra (muladhara) tiene que ver con los registros que tenemos en el cuerpo relacionados con el dolor y el placer, los instintos primordiales. En esta sociedad tan distraída, acostumbramos a tomar muchas pastillas para evitar el dolor, y no escuchamos a nuestro cuerpo sobre la forma de atender la llamada de nuestro propio cuerpo. Aparte de tomar algo, estaría bien tratar de solucionar el problema desde otro punto de vista: desde lo energético. Lo que podemos hacer es empezar a activar las raíces, empezar a trabajar estas raíces, es decir, los pies. Debemos usar la respiración consciente en el lugar que nos duele para terminar con la energía bloqueada en ese lugar. Si ponemos la conciencia en ese lugar, probablemente el dolor desaparezca.
Os propongo un ejercicio de meditación con movimiento. Lo importante será generar un ambiente tranquilo, donde no seas molestado. La meditación durará 15 o 20 minutos en los que estés desconectado, con el teléfono desconectado. Siempre debes quitarte los zapatos, los pies deben estar libres y el cuerpo de forma que ninguna ropa nos apriete.
Quítate los zapatos y comencemos la meditación.
Meditación con el primer chakra (muladhara)
Respira profundamente varias veces, con tranquilidad y despacio. Vamos a dejar que el cuerpo se balancee hacia la derecha, y hacia la izquierda, sientiendo las partes internas y externas de las plantas de los pies. Los pies, bien agarrados al suelo. Siente la gravedad de la Tierra, en ese ir hacia la derecha y hacia la izquierda.
Comienza a levantar un talón, y después el otro. Golpea el talón en el suelo. A medida que el pie empieza a tomar calor, empieza a caminar por el lugar, levantando toda la planta en el suelo, y pisando otra vez. Relaja los hombros, los brazos, manos. Cierra los ojos, no vas a chocar con nada, estás caminando sin moverte del sitio. Las inhalaciones son profundas, sueltas el aire por la boca.
Sigue caminando, despacio. Puedes sentir como se apoya la planta del pie en el suelo. Puedes volver a golpear talones. Sólo deja que la atención esté en los pies. No dejes que la mente piense en otra cosa, sólo en el suelo y los pies, en la respiración que entra y sale.
Una ola de vitalidad viene desde la Tierra. Sólo tienes que inhalarla. Deja los pies quietos, firmes, las piernas quietas. Abre los brazos, estíralos. En el mismo lugar donde estás, siéntate. Ahora observa el corazón. Nota el latido, respira profundo y tranquilo, siente las piernas y los pies, acomódate.
Deja que el latido vaya estando cada vez más tranquilo, que las respiración se vayan haciendo cada vez más largas.
Si alguna sensación aparece, piensa en ese lugar, detente y respira. Continúa. Estás llevando aire y luz al cuerpo. No te distraes. Exalando, aflojas y sueltas el aire. Inhalas luz y la llevas por el cuerpo.
Muy bien!
Todos los ejercicios que tengan que ver con correr, estirarse, caminar, poner los pies en alto, cualquier cosa relacionada con moverse y los pies, están relacionados con el primer chakra: incluso cuando caminamos por la calle camino al trabajo, podemos sentir los pies, nos conectamos con nuestro chakra raíz y mejoramos. Este chakra se alimenta del color rojo sangre y de todo lo que tenga proteínas: lentejas, soja, derivados de la carne.
No te olvides de tus ejercicios para reforzar los chakras y vuelve de nuevo a por ejercicios para el segundo chakra 😉